La bienaventuranza de amar al Dios conocido. Hechos 17: 24-28

09.02.2013 18:23

 

La bienaventuranza de amar al Dios conocido.

Hechos 17: 24-28

 

La bienaventuranza es el sumo bien, pero el sumo bien es Dios, y como Dios es el fin principal del hombre, porque la bienaventuranza es la esencia de Dios, entonces la bienaventuranza consiste en conocer a Dios en su esencia,  que con su bondad infinita llena perfectamente la voluntad del hombre.

    Si queremos depositar en el ingenio toda la responsabilidad para deshacernos de la insignificancia, la pobreza, la ignominia, de hecho procurar hacerlo es tarea de todo hombre, sin embargo como dice Salomón, [Eclesiastés 5:10] <el que ama el dinero, no se saciará de dinero,  y el que ama el mucho tener, no sacará fruto> <Esta es la razón de la inquietud que llena la mente de todos aquellos que ordenan su vida de acuerdo con su propio consejo; de las astucias de que se valen; de todos los procedimientos que cavilan y con los que se atormentan a fin de llegar a donde su ambición y avaricia los impulsa>[1] Por eso, no puede decirse de alguien que tiene honores y riquezas que es bienaventurado, porque <la bienaventuranza es un estado perfecto con la acumulación de todos los bienes>[2]  [Lucas 11:29] <bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios, y la guardan> guardar la Palabra de Dios implica el acto de conocer a Dios, de amarle lo que nos ubica en un estado perfecto, como el caso de un tal Simeón [San Lucas 2: 25,26] <le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor…[…]…justo y piadoso..[..]..Despides a tu siervo en paz> El Espíritu Santo le anticipó lo que nuestro Señor Jesucristo dijo posteriormente. [San Juan 17: 3] <Y ésta es la vida eterna que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado> la vida eterna entonces es el fin último, que tiene un principio con el conocimiento de Dios

    En Simeón, la bienaventuranza es el gozo de la verdad, porque el gozo mismo es la consumación de la bienaventuranza. <despides a tu siervo en paz> no es que la paz sea la bienaventuranza esencialmente, pero se relaciona como antecedente en tanto que todo lo que perturba e intenta apartarnos del fin último desaparece. Por eso bienaventuranza, también es ausencia de temor, porque el temor muestra presencia de imperfección [1ª carta de San Juan 4:18] <el que teme no ha sido perfeccionado en el amor>  De ahí que el amor aventaja al conocimiento de Dios, es decir, el amor es primero, el que nos mueve hacia Dios, pero el conocimiento de Dios es previo al amor en alcanzar, pues solo se ama lo conocido. [1ª Carta de San Juan 4:19] <nosotros le amamos a él porque él nos amó primero> ¿Qué es primero entonces, el amor o el conocimiento? Son concurrentes, el conocimiento del Dios verdadero es alcanzado por el movimiento del hombre hacia Dios, pero el principio de ese movimiento  es el amor a Dios. ¿Cómo amar lo que no se conoce, como adorar lo desconocido? San Pablo vio el letrero [Hechos 17:23]<Al Dios no conocido>  <no conocemos lo verdadero, pero lo que vemos se parece a  lo no conocido>[3] Los atenienses, herederos de Hesíodo [700 a. C. aproximadamente] escritor de la teogonía [siglo VII, VIII a. C.] canta a las musas que habitan la enorme y santa montaña al tempestuoso Zeus, Atenea la de los ojos claros, Febo, Apolo, Artemisa, Poseidón, Temis, Afrodita Cronos, Gea, Océano, quienes parieron a los cíclopes, orcos,

    Epicúreo.- [341- 271 a C.] Su ética se basa en dos polos opuestos, el miedo que debe ser evitado y el placer que se persigue por considerarse bueno y valioso. Su filosofía se conoce como el tetrafàrmaco o medicina contra los cuatro miedos. Miedo a los dioses, a la muerte, al dolor, al fracaso.

  Zenon de Citio [333 – 262 a. C.]  El bien y la virtud consisten, en vivir de acuerdo con la razón, evitando las pasiones (pathos), que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario que la razón, es algo que sucede y que no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Las reacciones, como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón, la impasibilidad (apátheia, de la cual deriva apatía) y la imperturbabilidad (ataraxia). Éstas surgirán de la comprensión de que no hay bien ni mal en sí, ya que todo lo que ocurre es parte de un proyecto cósmico.

    El Dios conocido de San Pablo, ha pasado por alto los tiempos de la ignorancia del hombre manda en todo lugar que se arrepientan [Hechos 17:30] Pues Dios como sumo bien, es autor de la bienaventuranza, sin que preceda ninguna acción u obra de sus criaturas, aunque el conocimiento de Dios exige acción [San Juan 13:17]  <Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis> Conocer y amar al Dios conocido, no estriba en la probabilidad o posibilidad, ni a la fortuna. No basta con desear la bienaventuranza sino más es acción

 



[1]  Calvino, J., Institución de la Religión Cristiana p. 534

[2]  Aquino, T.,S. Th., Tratado de la Bienaventuranza c.3 a. 2

[3][3] Agustín, San, Contra los Académicos, p. 67