Una razón para vivir

15.06.2013 05:25

Campaña Evangelística, Polígonos II, Ecatepec, Estado de México. 23 de marzo de 2013

<Una razón para vivir>

San Marcos 5:25-34

Miguel Fuentevilla Terán

 

Quiero empezar diciendo: que el testimonio de los Evangelios no tiene pretensiones de informar solamente hechos. Sino de informar acontecimientos impregnados de significado, cada acontecimiento contiene un mensaje divino.  

     El testimonio de hombres y mujeres descritos en la Biblia, muestran, comunican el poder de Dios, un poder para conocer y entender quien es nuestro Señor Jesucristo, que ha hecho, y que sigue haciendo todavía en el mundo.

     En los Evangelios encontramos el modo en que el providencial cuidado de Dios está dirigido hacia la redención de sus criaturas. De una vez tengo que decirlo: <Dios preserva la vida y establece límites al rabioso poder del mal>[1] mediante su acción. Dios actúa, su acción incide en la vida de los hombres, y da explicación al drama humano.

     Un claro ejemplo de la acción de Dios incidente, o bien que se cruza en la vida del mortal. Una mujer desconocida, enferma, sin razón de vivir; ésta mujer tejía su vida en el borde de una enfermedad incurable, que le mostraba el peso de su dolorosa mortalidad.

      Lo único seguro en ésta mujer, eran 12 años de desesperación, de soledad, de angustia, en el límite de su tensión, su transitar en la vida estaba prácticamente llegando a su fin, agotada cada esperanza, se movía como sombra, <un flujo de sangre> la azotaba. [San Marcos 5:25] A esa desesperanza, se acumuló un ingrediente más –lo peor y los gastos- San Marcos 5:26] <muchos médicos> agotada, ante la emergencia; cuenta el evangelista, se le presentó a ésta mujer; primero, como una posibilidad, luego como última y única esperanza, luego, como una razón para vivir: -nuestro Señor Jesucristo-, saben, la mujer <oyó hablar de Jesús […] <…de aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre> como lo describe San Juan [ San Juan 1:9], que vino a este mundo; la mujer dijo: <si tocaré tan solamente su manto  seré salva> [San Marcos. 5:27] <…tocó su manto> [San Marcos 5:27-29] y en seguida la fuente de su sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquél azote>

      Ésta mujer tuvo el privilegio de ver, tocar y escuchar del mismísimo Señor, las palabras ansiadas: [San Marcos. 5:27,28] <hija tu fe te ha salvado, ve en paz, y quedó libre de su azote>

     Esa palabra es acción de Dios, en tanto, es su voluntad, es suficiente razón para vivir.

     La historia de la redención, alcanza su mayor punto de concentración en la acción de Dios, encarnadas en las obras poderosas de nuestro Señor Jesucristo         

     Jesucristo dijo: <Yo soy la vida> [San Juan 14:6] Nuestro Señor Jesucristo, es la dicha absoluta, el bien supremo, todo lo demás que se tenga que hacer en nuestro transitar, debe hacerse, considerando a Jesucristo, porque de no considerarlo, la dicha, la bienaventuranza, la felicidad, será tan solo agradable. [Suena radical, lo que estoy diciendo] -En Jesucristo está la única razón de vivir- la felicidad es un sueño vago, un recuerdo, por ejemplo; el nacimiento de un ser querido, los quince años de la hija, la boda de nuestros hijos, la obtención de un grado…, aunque es un recuerdo agradable, un descanso provisional, no es suficiente para sostenernos cuando enfrentamos una pena que nos acompañará a lo largo de nuestra existencia.

      A lo mucho, con nuestra imaginación podremos prolongar ese recuerdo agradable, lo prolonguemos, pero sigue estando en el plano frágil de las aspiraciones humanas. Como un deseo. Una ilusión que nos lleva por los caminos de la incesante búsqueda  de un no saber que buscar.

      Ser dichoso, es deseo de todo ser humano. El caso de la mujer, la dicha fue una experiencia privilegiada, un momento especial <toco su manto>, porque decía <si tocaré tan solamente su manto  seré salva> [San Marcos. 5:27,28] <hija tu fe te ha salvado, ve en paz, y quedó libre de su azote> escuchar estas palabras, es una razón para vivir, porque se recibe el testimonio del Espíritu Santo de ir en la seguridad, de ir en la dirección correcta, el horizonte se despeja, se abren posibilidades ilimitadas, al grado de decir como San Pablo: <para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia> [Filipenses 1:21]

      Si hay una razón para vivir, también hay una razón para morir, con la grande esperanza de saber que nuestra resurrección está incorporada a la resurrección de Jesucristo, de saber que <Él que estuvo muerto, vive por los siglos de los siglos, tiene las llaves de la muerte y del Hades> [Apocalipsis 1:18] Pues, cuando Jesucristo salió de la tumba, surgió con ímpetu, su resurrección impulsa la historia, impulsa nuestra historia hacia adelante, hacia la meta, hacia Él mismo. <…El que ha de venir, el Todopoderoso> [Apocalipsis 1:8]

     Por eso comprendemos lo dicho por San Pablo; <vosotros estáis completos, en Él, que es la Cabeza de todo principado y potestad> [Colosenses.2:10]   

     Jesucristo es razón suficiente para vivir, en Él se descubre el sentido de lo inmenso, pero con una conciencia de dirección, en otro momento, el Dios de los cielos habló a un hombre: <…Haré de ti una nación grande, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre…> [Génesis 12:2] Abraham de edad avanzada encontró una razón para vivir. Conoció el sentido de lo inmenso.

     Para la mujer, tocar el manto de nuestro Señor es sublime, es un acontecimiento. Un encuentro con Jesucristo es un acontecimiento, le dio razón para vivir, le marcó la dirección de la dicha, <quedó sana de su azote> [San marcos 5:34] No solo es apartar el azote que atormenta, también es sustituirlo con su presencia, su presencia representa plenitud de gozo, delicias a su diestra, que no es provisional, que no es parcial, que es permanente <para siempre>  [Salmo 16:11] <me mostrarás la  senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo. Delicias a tu diestra para siempre> En Dios hay suficiente sentido, por eso San Pablo dice: <ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios,el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi> [Gálatas 2:20] Dios en Jesucristo, no nos es ajeno, el concurrió en la historia de aquella mujer y concurre con el nuestro.

      En ese contexto, nuestro Dios declara sus intenciones para el universo en Cristo nuestro Señor. <…por medio de Él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra, como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz> [Colosenses 1:20] 

     Hoy, la vida está tan abierta a los milagros como siempre, Dios puede actuar sin el recurso de los medios ordinarios de producción, darnos un resultado que sea razón para vivir.

 

Paz con Dios

Miguel Fuentevilla Terán

 

Primera parte:

Hay un mensaje que se ha prolongado a lo largo del tiempo, es un mensaje que permanece tan fresco, tan genuino, tan real. Día a día, momento a momento convive con el ser humano, forma parte de nuestra existencia, es tan nuestro que no lo percibimos, es un mensaje del cielo concreto, viviente, activo que invade el reino humano.

En este mensaje, Dios se nos revela como un Creador, Todopoderoso, que provee lo necesario para vivir bien, que sostiene la tierra toda, de modo paternal, que perdona, que salva y que bendice.

Pero ¿De que nos aprovecha saber que Dios ha creado y que por su providencia aun sustenta todas las cosas? La respuesta es contundente; para que seamos pacientes en la adversidad, agradecidos en la prosperidad, y con una visión de futuro tengamos buena confianza en nuestro fiel Dios y Padre de que ninguna criatura nos separará del amor de Dios, puesto que todas las criaturas están de tal manera en su mano que sin la voluntad de él no pueden ni siquiera moverse.

 

Pacientes en la adversidad:

Visión de futuro:

Agradecidos en la prosperidad:

 

            ¿Paciencia en la adversidad? La adversidad es agonía de una enfermedad terminal, accidentes trágicos, genocidios, catástrofes naturales, horrendas injusticias, hambre, los estragos de la guerra, el desempleo, sufrimiento de un secuestro, la pobreza, padres en conflicto, familias desechas, estamos atrapados por el miedo al desconocido, quisiéramos vender lo que tenemos y huir a un país donde nuestros seres queridos tengan todo el bienestar posible  y no tengan miedo.

Precisamente, ahí en el epicentro de la adversidad, Dios habla: [Jeremías 32:27] <He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?>  Jeremías. Quiere decir <Exaltación de Dios>

 Corría el año décimo de Sedequías rey de Judá, el año 18 de reinado de Nabucodonosor, esto es, el año 585, aproximadamente antes de nuestro Señor Jesucristo.

Jeremías se encontraba abandonado, preso en una mazmorra que estaba en la casa del Rey de Judá,  sin futuro, sin esperanza de futuro, en el epicentro de la adversidad, porque profetizaba contra el rey: <hablan de paz pero no hay paz> pelearán contra los caldeos y no les ira bien, porque no han hecho sino lo malo ante los ojos de Dios> En esa angustia que aniquila al hombre, en la intensidad del problema, preso. Hanameel, su primo, llegó al patio de la cárcel y le dijo, ¡Compra mi heredad! Lejos de mirar su condición de moribundo, Jeremías compró la heredad, celebró un contrato de compra- venta, ante los judíos que estaban en el patio de la cárcel que fungieron como testigos, y la carta de venta se la dio a Baruc, y le dijo: ¡Aún se comprarán casas, heredades y viñas en ésta tierra! Porque hay una promesa antigua, esta tierra pertenece al pueblo judío por mandato divino, Dios hizo lo imposible por darles ésta tierra, y ahora, aunque el enemigo esté sitiando la ciudad, ponga aretes en sus narices, los lleve a otras tierras como esclavos, ciertamente volverán y yo seré a ellos su Dios y ellos me serán por pueblo He aquí yo soy Jehová, Dios de toda carne, ¿Habrá algo que sea difícil para mí?       

 

Visión de futuro: El futuro es un horizonte de posibilidades, pero en el mensaje de Dios no se puede llamar de otro modo, sino seguridad, ante la murmuración, la crisis, la inseguridad, la adversidad, dijo Jeremías <Más Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezaran,> La seguridad proporciona paz.

 

Segunda parte

Pero, la verdadera seguridad proviene del estar protegido, y nada más seguro que la protección de la sombra del altísimo, esto produce seguridad, porque anclamos nuestra vida en el orden establecido por Dios desde un principio, su Palabra ofrece directrices y están vigentes hoy.

            Queremos paz, y no hay paz, pero nuestra paz es Jesucristo, según San Pablo, [Efesios 2:14] <Él es nuestra paz> Es una aseveración llena de contenido divino porque concurre en nuestra vida, puede concurrir en la vida de nuestra nación, de nuestra familia, sin embargo, es necesario que tú que me escuchas, consideres; en cualquier visión de futuro hay un horizonte de posibilidades, pero la mayor de todas las posibilidades es la reconciliación con Dios en Cristo.

            La reconciliación implica amor, y el amor es decisión. Por lo tano, el principio de la paz es la decisión, más como nuestra decisión es débil, Dios nos favorece con su Espíritu Santo que dirige nuestra oración al Padre [Romanos 8:15] como San Pablo refiere <por el Espíritu clamamos Abba Padre> pero nos ayuda a decidir, por eso en la reconciliación hay poder, poder para olvidar, el pasado como ese espacio de experiencias malas o buenas, se desvanece, en su lugar queda la quietud eterna, es una amistad nueva con Dios. Fíjese en el libro de Job [Job 22:21] <Amístate ahora con Dios, tendrás paz y por ello te vendrá bien>       

            Si buscamos en nosotros, o establecemos condiciones, no encontraremos la paz, la paz no es compatible con el orgullo, con la ira, con la insensatez; es lo contrario a la guerra, la guerra es ataque, violencia. La paz viene del perdón, el perdón es paz.

            La guerra no es la única realidad, hay otra realidad, más poderosa que la guerra. La paz que nos dejo nuestro Señor Jesucristo, ciertamente el dijo: [San [Juan 14:27] <mi paz os doy> En el perdón hay júbilo, la guerra es muerte, en la muerte hay llanto, la muerte no es paz, no es una opción de escape.

            Huir y buscar la paz en otro lugar no es opción, la paz es un estado del alma. Por lo que, el conflicto no lo dejamos si nos vamos, o nos esperan otros conflictos, el conflicto lo llevamos cargando, está en nuestra naturaleza.

De ahí que la paz de Dios viene, cuando se entiende que su voluntad no tiene ningún opuesto. Ningún pensamiento que contradiga su voluntad puede ser verdadero. Su buena voluntad es su regalo para ti.

La Voluntad de Dios es una y es lo único que existe. Ese es tu patrimonio. [Romanos 8:17] <herederos de Dios…> Por la gracia de Dios somos salvos, es un don de Dios [Efesios 2: 8] La paz significa estar cimentados, arraigados en su amor [Efesios 3:17] conocer el amor de Dios que excede todo conocimiento [Efesios 3:19]

Es lo que dice jeremías, me sedujiste, me venciste, [Jeremías 20:1] por eso, la adversidad es un horizonte de posibilidad que puede ser consumido en la Palabra de Dios que puede incidir en tu vida hoy.

            [Salmo 27:3] Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado

[Proverbios 31:10]

 Porque su estima sobrepasa a la de las piedras preciosas

Miguel Fuentevilla Terán

La mujer no solo coopera, produce y reproduce, piensa, invierte, planta, se esfuerza, a veces no duerme por realizar su trabajo, negocia, ahorra, vigila, son los elogios a una mujer virtuosa.

     Su capacidad de resistencia, su tenacidad para construir, muestran una mujer actora. Insisto, no es espectadora, no se ve pasividad o indiferencia.

 

     En ese trabajo no está ni el cielo ni el infierno, está la dignificación,   

La razón más alta de la dignidad humana, consiste en el reconocimiento y unión con Dios, su Creador, solo se puede vivir en plenitud de verdad, cuando se reconoce el amor de Dios y se confía totalmente en Él.

     En el reconocimiento de Dios, está incluido el reconocimiento de sí mismo, le da significado al quehacer; aceptar la esperanza de la vida eterna, no resta méritos a los deberes cotidianos. No hay razón para sentir horror de perder la eternidad por dedicarse al trabajo y al ahorro de bienes consumibles. De ninguna manera deber De la unidad con Jesucristo se enriquece su valor y su dignidad, se le añade ese <más que piedras preciosas> que como piedras  

 

 

Cristo, obediente hasta la muerte, exaltado por el Padre [Filipenses 2: 8,9] <…y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre> a Él están sometidas todas las cosas

 

 

Campaña Evangelística, Polígonos II, Ecatepec, Estado de México. 23 de marzo de 2013

 

 

 

 


[1].-  Spaykman, G., <Teología Reformacional, un nuevo paradigma para hacer la dogmática> Michigan, 1994, p. 308